
Después de un año y una semana, cuando apareció el Speedo LZR y revolucionó el deporte de la natación, abriendo la veda para otros bañadores con características impensables hasta entonces, la Federación Internacional de Natación (FINA) ha puesto manos a la obra para que los materiales que mejoran las marcas de los nadadores queden limitados.
Después de la reunión mantenida hoy en Laussane entre el comité ejecutivo, legal y la comisión técnica de la FINA junto con comisiones representativas de entrenadores, nadadores y representantes de 16 fabricantes de bañadores se ha realizado un documento con las enmiendas a incluir en el actual proceso de homologación de bañadores.
El texto representa una propuesta que deberá aprobarse en la reunión del Bureau de la FINA que tendrá lugar el próximo 12 al 14 de marzo en Dubai. Las recomendaciones son las siguientes:
Diseño: No podrá cubrir el cuello ni extenderse más allá de los hombros ni de los tobillos.
Material: El material utilizado no podrá tener un grosor superior a 1 mm. El material podrá adaptarse a la forma del cuerpo. La utilización de diferentes materiales no podrá crear bolsas de aire.
Flotabilidad: El bañador no podrá tener un efecto de flotabilidad más allá de 1 Newton (100 gr.)
Construcción: Cualquier sistema que provea de una estimulación externa o una influencia de cualquier forma (p.e. reducción del dolor, aplicación de cualquier sustancia medico-farmacéutica, electro estimulación) está prohibido.
Variaciones: Todos los bañadores aprobados deberán estar construidos de idéntica forma sin que se permitan variaciones o adaptaciones para un determinado nadador sin que haya sido aprobado.
Uso: El nadador solo podrá vestir un bañador a la vez.
Control: La FINA establecerá su propio programa de control y test. Las pruebas científicas las llevará a cabo el profesor Jan-Anders Manson, del Instituto de Tecnología Federal de Suiza (EPFL) y el Laboratorio Tecnológico de Polímeros y Compuestos.
Aprobación: Los fabricantes deberán someter sus productos a la aprobación antes del 31 de marzo.
En un siguiente paso, las normas aplicables desde el 1 de enero de 2010, serán examinadas de nuevo por el Bureau. Uno de los principales aspectos que se tendrá en cuenta es la limitación de materiales no permeables.
“La FINA ha estudiado este asunto con mucho cuidado, y conjuntamente con todas las partes interesadas y con la ayuda experta del EPFL, se ha alcanzado el mejor resultado posible.. Con estas enmiendas la FINA muestra que continua velando por la evolución del material deportivo con la máxima objetividad manteniendo la integridad del deporte. Aunque necesitamos estar abiertos a la evolución, la parte más importante son los atletas y su preparación y condición física para alcanzar su potencial” declaró el presidente de la FINA Mustapha Larfaoui.
El texto, como se puede leer, no configura una regla definitiva para el futuro, dejando para 2010 la resolución de la permeabilidad del tejido con el que se construye el bañador pero también por primera vez prohíbe la utilización de las tiras terapéuticas (Kinesio Taping) y mecanismos parecidos.
Del texto también se extrae que los bañadores utilizados en el Mundial de Roma, el próximo mes de julio, deberán haber pasado el proceso de homologación con las nuevas normas.